domingo, 28 de enero de 2018

Elementos de la Devoción a la Divina Misericordia

LA IMAGEN DE JESÚS MISERICORDIOSO.

La imagen del Señor de la Divina Misericordia fué pintada por ordenes dadas del propio Jesús el 22 de febrero de 1931 en Plock (Polonia): “Al anochecer -escribe Santa Faustina- estando en mi celda, ví al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido.(..) Después de un momento, Jesús me dijo: "Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma:  Jesús en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y  (luego) en el mundo entero" (Diario, 47)

"Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aqui en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo,  a la hora de la muerte. Yo Mismo la defenderé como Mi gloria" (Diario, 48)

“Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia" (Diario, 49 ) “Por medio de esta imagen colmaré de gracias a las almas, por eso que todas las almas tengan acceso a ella” (Diario, 570)

"Los dos rayos significan  la Sangre y el Agua", explicó Jesús a  Santa Faustina, "El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas...Ambos rayos brotarón de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi corazón agonizante fué abierto en la cruz por la lanza. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos porque no le alcanzará la justa mano de Dios" (Diario 299).

Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante brotó Sangre y Agua,  son los rayos de la misericordia  que tienen un precioso significado  revelado por Jesús, el rayo rojo significa la última gota de Sangre y el rayo pálido significa la gota de Agua. Ambos rayos a su véz representan a dos Sacramentos impartidos por la Santa Madre Iglesia; el pálido  es el Sacramento de la Penitencia o del Perdón y el rayo rojo es el de la Eucaristía o Comunión. Por lo tanto, la presencia de los dos rayos en la Imagen de la misericordia es una clara invitación a que participemos con frecuencia a los Sacramentos y así poder discernir entre el bien y el mal, ya que las tentaciones son muy grandes y vienen muy bien disfrazadas, si no recibimos la Sagrada Comunión con frecuencia es probable que de repente ya estemos inmersos en el mal sin darnos cuenta..
Dios es un padre todo Amor y bondad, nos perdonará  todos los pecados cometidos cuando vayamos con un corazón sinceramente arrepentido al tribunal de Su misericordia aquí en la tierra: "el confesionario".

Jesús le dijo a Santa Faustina: “Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia  para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: "Jesús, en Ti Confío ”(Diario 327).
"A través de esta imagen concederé muchas gracias a las almas, ella ha de recordar a los hombres las exigencias de Mi Misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario 742).
La pintura de Jesús Misericordioso pintada por EugenioKazimirowski en cooperación con Sor Faustina, es aprobada por nuestro mismo Señor Jesucristo: “No en la belleza del color, ni en la del pincel, esta la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia” (Diario, 313). De hecho, la obscuridad del fondo representa las tinieblas de su ausencia, Él es la luz.

Surge otro cuadro del Señor de la Divina Misericordia. Durante la segunda guerra mundial, la pintura realizada por Eugenio Kazimirowski,  quedó providencialmente escondida en un convento en Polonia (se desconocía su paradero),  si hubiera estado expuesta seguramente habría sido destruída debido a la ocupación Rusa de ese entonces y a la persecución de los Católicos. Surge entonces  la otra Imagen del Señor de la Divina Misericordia, pintada por Adolfo Hyla en 1943, ofrecida como un exvoto de agradecimiento por su salvamento y de su familia de los accidentes de la guerra. Esta segunda pintura es inspiración del artista, basándose en la descripción de Santa Faustina, pero realizándola según su propia idea. Fué Consagrada y después puesta en la Capilla del convento de Cracovia, donde hasta la fecha es venerada. Esta pintura ayudó mucho en el desarrollo del culto de la Divina Misericordia.

La primera pintura, realizada por Eugenio Kazimirowski, llamada “Imagen Santa” por  el Papa Juan Pablo II, que milagrosamente fue salvada de la segunda guerra mundial, surge nuevamente a la luz en 1993.   Se lleva a cabo una conservación profunda del cuadro en el año 2003. Desde el año 2005 queda dignamente expuesta en el altar central del Santuario de la Misericordia Divina en Vilna, Lituania (c/Dominikonu 12 ).

Fiesta de la Divina Misericordia
Fiesta instituída por el Papa Juan Pablo II quien, al canonizar a Santa Faustina el 30 de Abril del 2000,  declaró el segundo domingo de Pascua (domingo posterior al de Resurrección) como el “Domingo de la Misericordia Divina”:

En su homilía, el Papa pronunció las siguientes palabras: 
“Así pues, es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de "Domingo de la Divina Misericordia". 
Con la institución de esta Fiesta, el Papa concluyó la tarea asignada por Nuestro Señor Jesús a Santa Faustina en Polonia, 69 años atrás, cuando en Febrero de 1931 le dijo:  “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia”.

Tal y como Jesús lo deseaba, esta Fiesta es enaltecida con la indulgencia plenaria:  “El alma que acuda a la Confesión y que reciba la Santa Comunión,  obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. Que ningún alma tema acercarse" (Diario 699).
“El milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud” (Diario, 1448)
La Fiesta de la Divina Misericordia ocupa el primer lugar entre todos los elementos de la devoción a la Divina Misericordia pedida por Nuestro Señor a través de Santa Faustina. La voluntad del Señor respecto al establecimiento de esta Fiesta fue manifestada desde Sus primeras revelaciones a la Santa. En total, fueron catorce las revelaciones sobre esta Fiesta.

Esta Fiesta marcó la muerte del Papa Juan Pablo II.  Nuestro Señor quiso darle gran importancia a esta Fiesta, destacándola con la partida del Papa a la vida eterna, por ser un gran promotor y difusor de la Misericordia, tanto con su enseñanza como con su vida, ya que el mismo afirmaba  que “la Misericordia es la única esperanza para el mundo”, tal y como Jesús lo manifestó. Juan Pablo II   había preparado un mensaje para que fuera leído con motivo de la oración mariana del «Regina Caeli» en ese Domingo de la Misericordia. El mensaje póstumo, fué leído tras la Misa en sufragio del Santo Padre en la plaza de San Pedro del Vaticano.

La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).

Con el fin de celebrar apropiadamente esta Fiesta, se recomienda rezar La Coronilla y La Novena a la Divina Misericordia (iniciando la Novena el Viernes Santo); confesarse -para lo cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.


Toda la vida terrena del Siervo de Dios Karol Wojtyla se ha desarrollado en la entrega a la Divina Misericordia y se ha concluído en la vigília de la Fiesta de este misterio, que él mismo había instituído. Gracias a su beatificación, que llevó a cabo su sucesor  el Papa Benedicto XVI, el 1o de Mayo 2011, día de la Fiesta de la Misericordia,  resplandeció de nuevo, de modo poderoso, la bondad de Dios hacia los hombres y continuará resplandeciendo, aún más,  con la canonización de Juan Pablo II, tambien en la Fiesta de la Divina Misericordia,  el 27 de Abril  del año 2014,  fecha elegida por el Papa Francisco.

Coronilla a la Divina Misericordia
La Coronilla la dictó Jesús a Santa Faustina en Vilna (Lituania) entre el 13-14 de Septiembre del 1935, como súplica para aplacar la ira de Dios por los pecados del mundo.
"A través de ella obtendrás todo, si lo que pides esta de acuerdo con mi voluntad(...) Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia, en la hora de la muerte los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta Coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia" (Diario 731,687).

“ Defenderé como Mi propia Gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada, se aplaca la ira Divina, y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa pasión de mi hijo” (811). Usted puede descargar la Coronilla con la Letanía a la Divina Misericordia aquí http://www.jesusdivinamisericordia.org.mx/JDM.SSO.ES/sonidos/coronilla.mp3

LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

 (para rezarla con las cuentas del rosario)
Al comienzo:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Al comienzo de cada decena (1 vez):
Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada cuenta de la decena (10 veces):
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al terminar (3 veces):
Santo Dios, Santo Fuerte,  Santo Inmortal, ten piedad de  nosotros y del mundo entero.
______________________
Imprimatur:
Franciszek cardenal Macharski
Cracovia, 1 de Agosto de 1994

 5. Oración final (opcional):     

“Oh Sangre y agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros,  en Ti confío.”

(Rezarla preferentemente a las 3:00 pm. “La hora de La Misericordia”)
La Coronilla a la Divina Misericordia en varios idiomas https://jesus-misericordioso.blogspot.com/2018/05/coronilla-la-divina-misericordia.html
Jesús hace nuevas revelaciones a Santa Faustina, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la caridad de la Madre de Dios de 1931 a 1938, en Polonia.

La Misión de Santa Faustina consiste en recordar una verdad de la fe, conocida desde siempre, pero olvidada, sobre el amor misericordioso de Dios al hombre y en transmitir nuevas formas de culto a la Divina Misericordia: La Imagen de Jesús Misericodioso, La Fiesta de la Misericordia, La Coronilla de la Divina Misericordia, La Hora de la Misericordia y Proclamar la Misericordia, cuya práctica ha de llevar a la renovación religiosa en el espíritu de confianza y misericordia.

La esencia del culto a la Divina Misericordia consiste en la actitud de confianza hacia Dios y la caridad hacia el prójimo. El Señor Jesús exige que sus criaturas confíen en Él (Diario, 1059) y hagan obras de misericordia: a través de sus actos, sus palabras y su oración. "Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte" (Diario, 742). 
Jesús mismo se le aparece, porque desea Salvar a la humanidad pecadora por medio de la Misericordia, pues El dice muchas veces a Santa Faustina:
“La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia.
!Oh! Cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy  santo y justo, y no cree que Yo soy la misericordia, no confía en Mi bondad”.(Diario, 300)

“Proclama que la Misericordia es el atributo más grande de Dios” (Diario, 301)

En la vida de Santa Faustina, su confesor y director espiritual el Padre Miguel Sopocko tuvo un rol especial,  la motivó para escribir el Diario documentando así las revelaciones que ella recibía sobre la misericordia de Dios, resultó ser  un documento excepcional de la mística católica. También gracias a los esfuerzos del Padre Miguel Sopocko se pintó y transmitió al mundo la Imagen con la inscripción "Jesús, en Ti Confío", solicitada por Jesús a Santa Faustina.

Jesús le confía a Santa Faustina la difusión de la devoción a Su misericordia.
“Tu eres la secretaria de Mi misericordia; te he escogido para este cargo, en  ésta y en la vida futura (Diario, 1605), (…) para que des a conocer a las almas la gran misericordia que tengo con ellas, y que las invites a confiar en el abismo de Mi misericordia” (Diario, 1567).

“Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi corazón misericordioso(...)Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia” (Diario, 1588)

La Divina Misericordia tiene, como fin principal, hacer llegar a los corazones de cada persona que Dios es Misericordioso y nos ama a todos y, cuánto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a ella, por lo que ningún alma debe temer acercarse a El.

El Papa Juan Pablo II, que muy probablemente será llamado por los historiadores “el Papa de la Misericordia”, brindó un fuerte apoyo para la difusión. Siendo entonces Cardenal de Cracovia, en 1978, fué revocada la prohibición que esta devoción sufrió por un lapso de veinte años (anunciada proféticamente por Santa Faustina en su Dario) debido a que la Santa sede, había recibido traducciones erróneas y confusas de las selecciones del Diario, las cuales no se podían verificar debido a las condiciones políticas existentes. Sin embargo en 1965, el entonces Cardenal Karol Wojtyla (el Papa Juan Pablo II), por su esfuerzo logró que se comenzara un proceso informativo sobre la vida y virtudes de la entonces Sor María Faustina, con lo que impulsó la apertura de la Causa de beatificación en 1968. Posteriormente, en 1978, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fé, cambió su decisión original de prohibición y la anuló. El 30 de abril del año 2000 el Papa Juan Pablo II, también de origen polaco, declaró solemnemente que  Faustina es Santa.

La respuesta por parte de Sacerdotes, Obispos y laicos de todo el mundo ha sido abrumadora, y la devoción ha crecido y se ha extendido por toda la tierra. Una de las razones de este éxito, sin duda, ha sido el apoyo constante del Papa Juan Pablo II, quien en 1981 publicó la Encíclica “Dives in Misericordia” (Rico en Misericordia) en la que se refiere a Cristo como la “encarnación de la misericordia”, fuente inagotable de misericordia..

Misericordia (vivir el mensaje)
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. (Mateo 5,7).
Las prácticas de devoción reveladas por medio de Sor Faustina nos fuerón dadas como “recipientes de misericordia”a través de las cuales el amor de Dios puede derramarse sobre el mundo, pero debemos también mostrar misericordia al prójimo. Poner en práctica la misericordia no es una opción de la devoción  a la Divina Misericordia; !Es un requisito!. Jesús le habla muy fuerte a Santa Faustina sobre esto:"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte" (Diario, 742).
Nuestro Señor mismo, nos propone tres formas de hacer misericordia y nos lo pide por medio de Santa Faustina: "Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo; la primera es la acción, la segunda es la palabra, y la tercera es la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacía Mí" (Diario, 742).
Santa Faustina aprendió que cuando practicaba las obras de misericordia, a quien en realidad servía era al mismo Salvador misericordioso “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicierón conmigo” (Mt 25, 35-40).

La Santa Madre Iglesia nos propone las “Obras Corporales y Espirituales de Misericordia”.

Obras Corporales de Misericordia: 1-Dar de comer a los hambrientos. 2-Dar de beber a los sedientos. 3-Vestir a los desnudos. 4-Dar asilo a los desamparados. 5- Visitar a los enfermos. 6- Consolar a los prisioneros7-Enterrar a los muertos.
Obras Espirituales de Misericordia:  1-Amonestar a los pecadores. 2-Instruir a los ignorantes. 3- Aconsejar a los que tienen dudas. 4-Consolar  a los afligidos. 5- Soportar con paciencia los errores de los demás. 6-Perdonar las ofensas. 7- Orar por los vivos y los muertos.

De las mayores obras de misericordia que podemos realizar es la oración por los moribundos. Para Santa Faustina, éste era un aspecto importante de su misión de misericordia.: Jesús le recalcó la importancia: “Reza, cuanto puedas, por los agonizantes, impetra para ellos la confianza en Mi misericordia, porque son ellos los que más necesitan la confianza quienes la tienen muy poca. Has de saber que la gracia de la salvación eterna de algunas almas en el último momento dependió de tu oración” (Diario, 1777). 
En particular, Jesús le recomendó a Santa Faustina utilizar la Coronilla para ayudar a los moribundos: "Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón" (Diario, 811).
Junto con la oración para los moribundos, otra gran obra de misericordia es la oración por los difuntos, Jesús animaba a Santa Faustina a recordar a las almas que estan en el purgatorio: "Entra a menudo en el purgatorio, ya que allí te necesitan las almas" (Diario, 1738).

Hagamos nuestras estas palabras de Santa Faustina: "Jesús mío, haz mi corazón semejante a Tu Corazón misericordioso, Jesús, ayúdame a pasar por la vida haciendo el bien a todo el mundo" (Diario, 692), para que cada vez seamos más  los misericordiosos, ya que son muy pocos los que se conduelen del hermano en desgracia y menos aún los que quieren compartir lo que a ellos Dios generosamente les otorga, con los que menos tienen.

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Viva Cristo Rey de Misericordia