lunes, 5 de noviembre de 2018

Mensaje de Akita, Japón

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LA CREACIÓN ENTERA
GIME Y SUFRE..
Por Armand Rua Edición José María Sales
No podemos presagiar la cercanía de una Gran
tribulación, pero tampoco podemos dejar de estar
atentos a los signos de los tiempos. Lo imprescindible
es pedir perdón a Dios, implorar su misericordia, orar
y volver a Él.
A la tragedia ocasionada por el terremoto de casi 9
grados que azotó a Japón el 11 de marzo y el consecuente maremoto que lanzó un Tsunami contra sus
costas, y se esparció por las costas del pacífico, se
sumó una amenaza de desastre radiactivo en la central
nuclear de Fukushima. En estos momentos, en Japón se
libra una batalla para evitar el desastre nuclear luego
de que la planta de energía, dañada por el terremoto,
se incendiara en lo que ya se considera como el peor
accidente nuclear desde Chernobyl, ocurrido en 1986,
en la Ucrania soviética.
Como parte de los trabajos preventivos de un desastre
nuclear mayor, el martes 16 se tuvo que iniciar la liberación paulatina de vapor radiactivo. La radiación cubrió,
en forma casi inmediata, 40 kilómetros a la redonda de
la planta Fukushima, lo que implica, sin duda, un daño
colateral a la salud de la población.
La consecuencia más grave es, pues, la contaminación radiactiva que puede extenderse a buena parte
del mundo; pero no olvidemos que la causa inicial de
todo este desastre es el llamado “Cinturón de fuego” en
el Océano Pacífico, la zona más activa del planeta en
sismos y maremotos.
En 1954 el director de cine Ishiro Honda logró presentar
la masacre de los bombardeos atómicos de 1945, perpetrada por los Estados Unidos contra la población civil
de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, creaturizando la tragedia en un monstruo gigantesco con aspecto
de saurio y con aliento radiactivo. La película, de nombre “Japón bajo el terror del monstruo” fue la representación
metafórica del ataque nuclear norteamericano, en la que el monstruo Gojira, cuyo nombre cambió a Godzilla en
películas posteriores, procedente del mar, se abalanza sobre las costas japonesas para luego arrasar Tokio como si
se tratara de bombas atómicas provocando en su camino una espiral de destrucción. Luego de 66 años, esta trama
parece repetirse cuando la ola destructiva regresa por el mar, ahora en forma de Tsunami, y con el mismo aliento
radiactivo que presagia un desastre nuclear.
En tanto que en Godzilla los japoneses lograron plasmar sus más grandes miedos, el mundo occidental mira ahora
hacia el Cielo mientras se cuestiona si acaso esta tragedia, sumada a la guerra en Palestina, no son signos de nuestro
tiempo, que parecen configurar lo que Cristo profetizó en el Discurso escatológico del Evangelio en el que advirtió:
“No se alarmen cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras: es necesario que esto ocurra, pero todavía
no será el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino. En muchas partes, habrá terremotos y hambre.
Este será el comienzo de los dolores del parto.… …Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo
desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. Y si el Señor no abreviara ese tiempo, nadie se salva-
ría; pero lo abreviará a causa de los elegidos.. (Mc 13, 7-8 y 19-20).
La historia registra que desde siempre ha habido guerras, terremotos
y hambre, y aunque vale decir que
nunca tan recurrentes y con tanta fuerza destructiva como ahora, no podemos presagiar la cercanía de una Gran
tribulación, pero tampoco podemos
dejar de estar atentos a los signos de
los tiempos, ni dejar de apreciar, desde
el pulso de la fe y con la libertad de
creer que tenemos, lo imprescindible
que es pedir perdón a Dios, implorar
su misericordia y ahora rogar para que nos conceda un
milagro en Fukushima y por la paz en el mundo.
TERREMOTO EN JAPÓN
El santuario de Akita, lugar de las apariciones de 1973 y
cercano al epicentro, quedó a salvo. Allí la Virgen anunció a la religiosa Agnes Sasagawa grandes catástrofes si
el mundo no hacía penitencia.
El santuario de Akita está situado a unos 150 kilómetros de
Sendai, el lugar más próximo al epicentro del terremoto
que devastó el norte de Japón el pasado 11 de marzo, y
que se originó en el mar, creando un Tsunami devastador.
Aunque en la ciudad han tenido lugar incendios y han
quedado destruidos algunos edifi cios, los daños parecen
haber sido menores que en otras zonas del país, y por
ejemplo la Universidad Internacional de Akita ha podido
mantener abiertas sus comunicaciones, de forma que los
alumnos de intercambio allí presentes han transmitido a
sus familiares que esa zona está entre las menos dañadas.
En 1973 la Virgen dio al mundo tres mensajes a través de
una religiosa del convento de las Siervas de la Eucaristía
en Akita (Japón), la hermana Agnes Sasagawa, entonces
postulante. Los mensajes fueron el 6 de julio, el 3 de
agosto y el 13 de octubre de ese año, y provenían de una
imagen a quien ella pudo escuchar a pesar de ser sorda,
defecto físico del que quedó curada posteriormente. Posteriormente esa imagen sangraría y derramaría lágrimas,
hasta que todos los fenómenos desaparecieron en 1981.
SUCEDIERON MUCHOS PRODIGIOS
La imagen lloró un centenar de veces en un periodo de
varios años. Una herida en forma de cruz de la mano
derecha de la estatua sangró, y también sudó abundantemente, emanando un dulce perfume. Una mujer Coreana
con cáncer terminal en el cerebro sanó repentinamente
cuando rezaba ante la imagen, en 1981. Este milagro fue
confirmado por el Dr. Tong-Woo-Kim del Hospital de San
Seoul, y por el Padre Theisen, presidente del Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Seoul. El segundo milagro
fue la completa curación de una sordera total que sufría
la Hermana Agnes. Cientos de personas presenciaron
estos sucesos. Un análisis de la sangre y las lágrimas de
la imagen realizado por el profesor Sagisaka de la facultad de Medicina Legal de la Universidad de Akita, confirmó que el sudor, la sangre y las lágrimas eran humanas.
El día 12, 13 y 14 de Junio de 1973, sor Agnes vio unos
rayos luminosos que salían del sagrario de la capilla.
El 24 de Junio, domingo, la luminosidad era aún más
brillante.
El 28 de junio, una herida en forma de Cruz se formó en
la palma de la mano izquierda de sor Agnes Sasagawa.
Le causaba un dolor muy fuerte.
El 5 de Julio, los dolores de la herida en la palma de
sor Inés recrudecieron y sus compañeras le aconseja-
ron descansar un poco, sin embargo siguió trabajando y
ocupándose de la sacristía de la capilla.
 PRIMER MENSAJE
6 julio de 1973, primer viernes de mes. A las tres de la
mañana su ángel de la guarda se le aparece y le dice:
«No temas. Soy el que está a tu lado y te guarda. Ven y
sígueme. No reces únicamente por tus pecados, sino en
reparación por los pecados de la humanidad. El mundo
actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus
ingratitudes y sus ultrajes. La herida de la mano de la
Santísima Virgen María es mucho más profunda que la
tuya. Ahora vamos hacia la capilla.» Al llegar a la capilla el ángel desaparece. Sor Inés se arrodilla delante del
altar, frente al Sagrario, en adoración profunda. Luego
se acerca a la estatua de la Virgen María para mirar la
herida que la imagen presenta en la mano. Apenas lo
hace, escucha una voz dulce proveniente de la estatua.
Sor Inés era sorda, pero de una manera milagrosa recibe
un primer mensaje de la Virgen:
«Hija mía, mi novicia, tú me has obedecido bien abandonándolo todo para seguirme. ¿Es penosa la enfermedad de tus oídos? Puedes estar segura que curarán. Ten
paciencia. Es la última prueba. ¿Te duele la herida de la
mano? Reza en reparación de los pecados de la humanidad. Cada persona en esta comunidad es mi hija. ¿Rezas
bien la oración de las siervas de la Eucaristía? Entonces
recémosla juntas: “Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro
mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con
tu corazón que esta siendo sacrifi cado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por
la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mi como Tú quieras para la Gloria
del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre
de Dios, nunca dejes que me
separe de tu Divino Hijo.
Defiéndeme y protégeme como hija tuya. Amén”.
Reza mucho por el Papa, por los Obispos y los
Sacerdotes.»
Ese mismo día, 6 de Julio, la herida
en forma de cruz que apareció en la mano derecha de la estatua de la Virgen, comienza a sangrar.
El 25 de Julio, Monseñor Ito se dirige al convento
para verificar el sangrado en la mano de la estatua.
Al día siguiente, la mano de la imagen sangra de
nuevo. Esta vez la sangre es más abundante y oscura.
Ese día sor Inés sintió un dolor violento en la herida
de la palma de su mano. El viernes 27 de julio, el
ángel le dijo: «Tus dolores terminarán hoy. Guarda
con mucho celo el recuerdo de la sangre de María
y grábalo en tu corazón. La herida de María tiene
un significado muy importante: Ha sido hecha para
obtener vuestra conversión, para implorar la paz, para
reparar las ingratitudes, ofensas, ultrajes e injurias que
Dios recibe. Tengan en gran estima la devoción a la
preciosísima sangre de Cristo.»
SEGUNDO MENSAJE
3 de Agosto de 1973 (primer viernes de mes). «Hija
mía, mi novicia, ¿amas al Señor? Si tu amas al Señor
escucha lo que voy a decirte. Es muy importante. Lo
comunicarás a tu Superior: Muchos hombres en el
mundo afligen al Señor. Deseo almas para consolarle, para suavizar la colera del Padre Celestial. Deseo,
con mi Hijo, almas que reparen, con sus sufrimientos
y su pobreza, por los pecadores y los ingratos. Para
que el mundo se de cuenta de su ira, el Padre Celestial
se dispone a mandar un gran Castigo a toda la humanidad. Muchas veces he intervenido con mi Hijo para
apaciguar la Ira del Padre. He impedido que vinieran
calamidades, ofreciéndole los sufrimientos del Hijo
en la Cruz, su preciosa Sangre, las almas predilectas
que le consuelan y constituyen la cohorte de las almas
víctimas. Oración, Penitencia y Sacrifi cios animosos
pueden suavizar la Ira del Padre. Lo deseo también de
tu comunidad, que amen la pobreza, que se santifiquen,
y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de
tantos hombres. Rezad la oración de las Siervas de la
Eucaristía meditando su signifi cado, ponedla en práctica.
Ofrecedla en reparación de los pecados. Que cada una
se esfuerce según su capacidad y ofi cio, ofreciéndose
enteramente al Señor.» Después de un silencio le dijo:
«¿Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada?
Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser
la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que
debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son:
pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es
el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior.
El sabrá como entenderte y dirigirte.»
CONTINUARON MUCHOS MILAGROS
El 29 de Septiembre de 1973, sábado, fiesta de San Miguel
Arcángel, Patrón del Japón, los milagros se multiplicaron.
Mientras sor Inés rezaba el Rosario con otra hermana, la estatua resplandecía con rayos luminosos, envuelta en una luz
toda blanca. Al terminar notó que la herida de la mano de
la estatua había desaparecido completamente. Y un líquido
espeso, como sudor, salía de la estatua. Lo secaron con gasas
y algodones. Una vez seca la estatua, los algodones exhalaron un perfume inefable que olía a rosas, a lirios, o violetas... Toda la capilla se llenó de este suave olor. Este perfume
duró hasta el 16 de octubre, fecha en que el ángel le había
anunciado que cesaría.
 ANUNCIA UN CASTIGO DE DIOS A LA HUMANIDAD
TERCER MENSAJE
13 de Octubre de 1973. «Mi querida hija, escucha bien lo
que voy a decirte; informarás de ello a tu superior: «Si los
hombres no se arrepienten y no se mejoran, el Padre manda-
rá un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo
más grave que el diluvio, como jamás ha habido otro; caerá
fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, tanto malos como buenos; no perdonando a fi eles ni
a sacerdotes. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que
quedarán entonces serán el Rosario y el Signo dejado por
mi hijo. ... Con el Rosario rogad por el Papa, los Obispos
y los sacerdotes. La acción del diablo se infiltrará hasta la
Iglesia, de tal forma que se verán cardenales oponiéndose
a otros cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes
que me veneren serán despreciados y combatidos por otros
sacerdotes. Las Iglesias y los altares serán saqueados. La
Iglesia se llenará de quienes aceptan componendas, y el
demonio empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas a abandonar el servicio del Señor; el demonio atacará
encarnizadamente sobre todo a las almas consagradas a
Dios. El pensamiento de la perdida de tantas almas es la
causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y en gravedad, ya no habrá perdón para ellos. Recen
mucho las oraciones del Rosario. ...Aquéllos que ponen
su confianza en mí serán salvos.»
 TAMBIÉN ELLA QUEDÓ CURADA
El 13 de Octubre de 1974, mientras oraba
ante el Santísimo, la Hermana Agnes se
curó instantáneamente de su sordera.
Ella misma telefoneó a Monseñor Ito y
le habló como si nunca hubiera estado
sorda. El día siguiente, el médico diag-
nosticó: «Una facultad de oír normal». La
curación duró seis meses, luego volvió
a estar sorda. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio. El
día de Pentecostés, último domingo de
Mayo de 1982, sanaría defi nitivamente
durante la bendición con el Santísimo
Sacramento. Desde el 4 de enero de
1975 comienza la lacrimación de la estatua; fueron
101 veces, hasta el 15 de septiembre de 1981. (Mons.
Ito fue testigo ocular de las lágrimas derramadas.) Ese
primer día, el ángel se apareció a sor Inés y le dijo:
«No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María
llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a
su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que
habéis visto sus preciosas lágrimas, y para consolarla, habla con valor, extiende esta devoción para su
gloria y la de su Hijo.»
 La Santísima Virgen pide en Akita almas reparadoras, almas orantes. La Santísima Virgen reveló a Ida
Peerdeman en Amsterdam, que un 31 de Mayo la
Iglesia proclamaría el último dogma mariano: María
Corredentora, Medianera, y Abogada. Su Corazón
Inmaculado es fiel refl ejo del de su Divino Hijo.
LAS 101 LÁGRIMAS
El 15 de Septiembre de 1981, alrededor de las
dos de la tarde, la estatua de la Santísima Virgen
María derramó lágrimas por la ocasión número
101. Sor Agnes tuvo una misteriosa visión de una
hermosa y majestuosa Biblia rodeada por una luz
celestial. El ángel le dio instrucciones para que
leyera un pasaje de las Escrituras. En una
página abierta de la Biblia, reconoció la
referencia: - Versículo 15, Capítulo 3 del
Génesis. Entonces, oyó la voz del ángel
que le decía, en la forma de un preámbulo, que había una profunda relación entre
este pasaje y las lágrimas de la Santísima
Virgen María.
El ángel continuó diciendo, “Hay un
profundo signifi cado al número 101 con
los 101 episodios de las santas lacrimaciones de la estatua de la Santísima Virgen
María. Esto significa que el pecado entró
al mundo a través de una mujer y que es
también a través de una Mujer que la gracia
de la salvación entró al mundo. El cero, que está
entre los dos ‘unos’, signifi ca Dios que existe desde
toda la eternidad hasta la eternidad. El primer ‘uno’
representa a Eva, y el último ‘uno’ representa a la
Santísima Virgen María.”
Después de la adoración de la Santa Eucaristía, Sor
Agnes corrió a la oficina de su director espiritual el
Padre Thomas Teiji Yasuda, S.V.D y le pidió que verificara el pasaje. "Abrí la Biblia y encontré el pasaje que
tiene el anuncio profético de Dios a Satanás. “Enemistad
pondré entre tí y la mujer, entre tu linaje y su linaje: Ella
te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.”
Fue por medio del mensaje del ángel, quién citó el
Versículo 15 del Capítulo 3 del Génesis, que se pudo
entender el profundo signifi cado de las lágrimas de la
Santísima Virgen María. Esto signifi ca que las lágrimas
de la estatua resultaron del objetivo Divino de llamar la
atención de todos los Católicos Romanos a los sufrimientos de María al pie de la Cruz como Corredentora. Las
lágrimas milagrosas fueron creadas por Dios para enseñarle a toda la Iglesia Católica Romana que la Santísima
Virgen María sufrió y lloró como la Madre de Jesucristo
en su noble acto de Corredención, cuando dio su pleno
consentimiento a Su inmolación.

Muchos hombres en el 
mundo afligen al
Señor. Deseo almas 
para consolarle, para 
suavizar la colera del 
Padre Celestial.
Deseo, con mi Hijo, 
almas que reparen, 
con sus sufrimientos y 
su pobreza, por los
pecadores y los ingratos.

Aparición de la Virgen en Akita
Envuelta en una luz brillante, la 
imagen se volvió viva y le habló con 
una voz de una belleza indescriptible. La Hermana Agnes nació en 
1931, había estado paralítica desde 
los 19 años y se curó con el agua de 
Lourdes. Agnes (Inés) Katsuko Sagasawa se convirtió al Catolicismo a los 
veinticinco años de edad. Los hechos 
extraordinarios de Akita comenzaron 
en 1969: Mientras rezaba el Rosario, 
un ángel apareció ante la hermana Ignes Sasagawa, y le dijo que al 
final de cada misterio rezara: «Oh 
Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno; 
lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de 
tu Misericordia.» 
Ella desconocía esta oración, que 
la Santísima Virgen enseñó a los 
pastorcitos de Fátima en 1917. Los 
mensajes de Akita tienen relación 
con lo profetizado en Fátima.
El 22 de Abril de 1984, Monseñor 
John Shojiro Ito, Obispo de Niigata, 
declaró que, las apariciones de Akita 
son de origen sobrenatural y autorizó 
en toda la Diócesis la veneración de 
la Santa Madre de Akita.
APARICIONES APROBADAS POR 
LA IGLESIA
En Junio de 1988, el Cardenal Joseph 
Ratzinger, (Benedicto XVI), prefecto 
de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dio un juicio defi nitivo 
en favor de la aparición de Akita 
y sus mensajes, considerándolos 
auténticos y dignos de ser creídos. 
También dijo: “El mensaje de Akita 
es el mensaje de Fátima”.
Un sacerdote alemán regaló en 
los años sesenta una estampa con 
la imagen y la oración de Nuestra Señora de Todos los Pueblos, 
traducida al japonés, al pequeño 
convento de las Siervas de la Eucaristía, en Akita, en el norte del Japón. 
Después de la milagrosa curación de 
una novicia atribuida a esta devoción, la superiora del claustro quiso 
expresar su gratitud, y encargó a un 
escultor tallar en madera una réplica de la imagen de “Nuestra Señora 
de Todos los Pueblos”, de casi un 
metro de alto. La imagen representa 
a María, con rasgos faciales orientales, de pie, sobre el globo terráqueo.


A través de Sor Agnes, la Virgen advirtió al mundo de 
terribles castigos si no hacía penitencia y oración, en 
particular el rezo del Rosario. Además se referían a la 
situación de la Iglesia, en plena crisis posconciliar: «La 
obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia 
de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me 
veneran serán despreciados y encontrarán oposición 
de sus compañeros... Iglesias y altares serán saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan 
componendas y el demonio presionará a muchos 
sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio 
del Señor. El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en 
la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. 
Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos».


Con el Rosario rogad por el Papa, los Obispos y los Sacerdotes.


Si los hombres no 
se arrepienten y 
no se mejoran, el 
Padre mandará 
un terrible castigo 
a toda la humanidad. Será un 
castigo más grave 
que el diluvio, 
como jamás ha 
habido otro; caerá fuego del cielo.

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