martes, 20 de noviembre de 2018

San José en el Diario de Santa Sor Faustina

2 de febrero [1936]. Por la mañana, al despertarme al sonido de la campanilla, me entró un sueño tan
grande que no logrando despertarme del todo, di un salto al agua fría y dos minutos después el sueño
se me quitó. Al venir a la meditación (70) se agolpó en mi cabeza toda una confusión de pensamientos
necios y luché durante toda la meditación. Lo mismo ocurrió durante las plegarias, pero cuando
comenzó la Santa Misa, en mi alma reinó una extraña calma y alegría. En ese momento vi a la
Santísima Virgen con el Niño Jesús y al Santo Anciano [221] que estaba detrás de Nuestra Señora. La
Santísima Virgen me dijo: Aquí tienes el tesoro más precioso. Y me dio al Niño Jesús. Cuando tomé
al Niño Jesús en brazos, la Virgen y San José desaparecieron; me quedé sola con el Niñito Jesús: Le
dije:
609 Sé que eres mi Señor y Creador, a pesar de ser tan pequeño. Jesús tendió sus bracitos y me miraba
sonriendo, mi espíritu estaba lleno de un gozo incomparable. De repente Jesús desapareció y la Santa
Misa llegó al momento de acercarse a la Santa Comunión. Fui en seguida con otras hermanas a tomar
la Santa Comunión con el alma llena [de su presencia]. Después de la Santa comunión (71) oí en el
alma estas palabras: Yo soy en tu corazón el mismo al que tuviste en tus brazos. Entonces rogué al
señor por cierta alma [222] para que le concediera la gracia en la lucha y le quitara esa prueba. Se
hará según pides, pero su mérito no disminuirá. Una alegria reinó en mi alma por ser Dios tan
bueno y tan misericordioso; Dios concede todo lo que pedimos con confianza. (Diario de Santa Sor Faustina Kowalska, 208-209)
San José me pidió tenerle una devoción constante. Él mismo me dijo que rezara diariamente tres
oraciones y el Acuérdate [331] una vez al día. Me miró con gran bondad y me explicó lo mucho que está
apoyando esta obra. Me prometió su especialísima ayuda y protección. Rezo diariamente las oraciones
pedidas y siento su protección especial. (Diario, 203)
+ Cuando vine a la Misa de Medianoche, una vez empezada la Santa Misa, me sumergí toda en un
profundo recogimiento en el cual vi el portal de Belén lleno de gran claridad. La Virgen Santísima
envolvía a Jesús en los pañales, absorta en gran amor; San José, en cambio, todavía dormía. Sólo cuando
la Virgen colocó a Jesús en el pesebre, entonces la luz divina despertó a José que también se puso a orar.
Sin embargo, un momento después me quedé a solas con el pequeño Jesús que extendió sus manitas hacia
mí y comprendí que fue para que lo tomara en brazos. Jesús estrechó su cabecita a mi corazón y con una
mirada profunda me hizo comprender que estaba bien así. En aquel momento Jesús desapareció y sonó la
campanilla para (58) la Santa Comunión. Mi alma se desmayaba de alegría. (Diario, 1442)

Acuérdate a San José
MEMORARE A SAN JOSE
(Adaptado por SCTJM)

Acuérdate, oh guardián del Redentor y nuestro amoroso custodio, San José, que nunca se ha escuchado decir que ninguno que haya invocado tu protección o buscado tu intercesión, no haya sido consolado. Con esta confianza acudo a ti, mi amoroso protector, casto esposo de María, padre de los tesoros de Su Sagrado Corazón. No deseches mi ardiente oración, antes bien recíbela con tu cuidado paterno y obtén mi petición….(Aquí se menciona la petición)

Oh Padre, que en tu designio de amor elegiste a San José para ser esposo de la Santísima Virgen y el custodio de los misterios de la Encarnación, concédenos, te imploramos que a través de su paternal intercesión, recibamos las gracias de disponernos con generosidad y humildad de corazón a cumplir tus designios de amor para nuestra vida y para nuestra Familia Espiritual. Amén.

¡San José, llévanos a nuestro hogar, dirige nuestros corazones al Corazón de la Madre y al Corazón del Niño!
San José, Custodio de los Misterios de amor de los Corazones Traspasados…. ruega por nosotros.
www.corazones.org/oraciones/memorare_sjose.htm

¡Acuérdate! ¡Oh castísimo esposo de la Virgen María y dulce protector mío, San José, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han invocado tu protección e implorado tu auxilio haya quedado sin consuelo!

Animado con esta confianza, vengo a tu presencia y me encomiendo fervorosamente a tu bondad. No desatiendas mis súplicas, oh padre adoptivo del Redentor, antes bien acógelas propicio y dígnate socorrerme con piedad. Amén.
www.tengoseddeti.org/apuntes-del-camino/el-acuerdate-a-san-jose/
Acuérdate, oh ilustre Patriarca San José, y por testimonio de Santa Teresa, tu fiel devota, que jamás se ha oído decir que aquel que invoque tu protección o solicite tu intercesión, no haya recibido consuelo. Lleno de confianza en tu poder, vengo ante ti, mi amadísimo protector, castísimo esposo de María y padre putativo del Salvador de los hombres. No deseches mis súplicas, más bien acógelas y obtén mi petición. Oh Dios, que por Tu Providencia inefable elegiste a San José por esposo de Tu Santísima Madre, Te ruego, que aquel a quien veneramos como nuestro protector en la tierra, pueda ser nuestro intercesor en el cielo, Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
https://www.tanbooks.com/index.php/oracion-a-san-jose-spanish-prayercard.html
https://www.tekton.info/oracion-acuerdate-san-jose/

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Viva Cristo Rey de Misericordia